Se dice que cuando se llega al Paso de Calais se llora dos veces, al llegar y al irse. Durante mucho tiempo, cuando uno evocaba esta región, inevitablemente le venían a la mente imágenes de pozos mineros cerrados y corones envejecidos, es decir, una región donde a nadie se le hubiera ocurrido ir de vacaciones. Sin embargo, en pocos años, esta imagen ha cambiado fundamentalmente y los responsables de turismo han luchado por poner en valor un patrimonio considerable, bien ayudados en esto por un tal... Dany Boon. No hay nada que le impida ir allí de vacaciones, sino todo lo contrario, sobre todo porque hay más de 220 campings esperándole.
Unas vacaciones en la naturaleza
Elegir el Pas de Calais para sus vacaciones de camping es ante todo la promesa de un gran soplo de aire fresco. Tanto si decide aprovechar las inmensas playas, como seguir las rutas de senderismo o ciclismo, o descubrir los increíbles paisajes, irá de sorpresa en sorpresa.
- Côte d'Opale : de Calais a Berck sur mer, le esperan 120 km de costa con una selección de altos acantilados o inmensas playas en las que podrá pasear, probar deportes como la vela de arena o volar su hermosa cometa. La Costa de Ópalo es también el "Sitio de los dos Cabos", Gris nez y Blanc nez, que se extiende a lo largo de casi 25 kilómetros con "La Pointe aux oies" que alberga más de 250 especies de aves. Por último, está la bahía de Canches y su reserva natural de 500 hectáreas o la bahía de Authie y sus colonias de focas grises y crías de mar.
- Marais Audomarois: este humedal clasificado de más de 3.500 ha obtuvo la etiqueta "Hombre y Biosfera" de la UNESCO en 2013. Es el resultado de 13 siglos de trabajo para transformar un pantano en una marisma cultivable. Como prueba, unos cuarenta hortelanos producen aquí 50 hortalizas diferentes.
Lleno de ojos
Sus vacaciones en el Paso de Calais también pueden ser una oportunidad para descubrir verdaderos tesoros arquitectónicos, algunos de ellos declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Es el caso, por ejemplo, de la Ciudadela de Arras, construida por Vauban, pero también de los campanarios de Calais y Lille, por ejemplo. También es el centro histórico de Arras y, en particular, la Grand Place y la Place des Héros con sus fachadas de estilo barroco flamenco, pero también el ayuntamiento y su campanario del siglo XV.
En el norte... fueron los corones
La imagen del Paso de Calais no puede disociarse de la de la industria minera, que sigue presente hoy en día en todas partes. Por ejemplo, podrá descubrir la vida de los mineros visitando el yacimiento "11/19", que funcionó entre 1884 y 1986, cerca del museo Louvre-Lens (un reto muy atrevido), el 9/9 bis de Oignies, que data de los años 30, o la bocamina de Wallers Aremberg. Si tuviera que visitar sólo un lugar, sería el Centre Historique de la Mine y la Fosse Delloye en Lewarde para descubrir cómo era el trabajo en la mina y conocer a antiguos mineros. Pero la herencia de las minas también está en Lens con la actual Facultad de Ciencias Jean Perrin instalada en las antiguas Grands Bureaux de la Compagnie des Mines de Lens o en la piscina de estilo arts-decó de Béthune-Bruay que había sido financiada por los Charbonnages.
Pero la historia en el Paso de Calais también tiene que ver con las numerosas huellas que han dejado las dos guerras mundiales sucesivas, como el "Anillo de la Memoria" en Notre-Dame de Lorette, donde tuvieron lugar algunos de los combates más sangrientos de la Batalla de Artois durante la Primera Guerra Mundial, el Memorial Canadiense de Vimy, un trozo de tierra canadiense que domina la llanura de Artois, o los numerosos restos del Muro del Atlántico, etc.
¡Comamos!
Nadar, hacer senderismo, visitar los yacimientos mineros y los museos está bien, pero disfrutar de la comida tampoco está mal. También desde este punto de vista, el Paso de Calais lo tiene todo para seducirle, empezando por el marisco, ya que Boulogne es el primer puerto pesquero francés.
En otro ámbito, "La 2 Caps", "La Blanche de Wissant", "Noire de Slack", "Belle Dalle" son pruebas de la larguísima tradición cervecera del departamento.
Por último, decir que el Pas de Calais es un gran... "plato de queso" se acerca a la verdad. Desde el ya famoso Maroilles hasta el queso de Bergues envejecido con cerveza y el de Avesnes, se han enumerado casi un centenar de quesos, algunos de ellos casi confidenciales.
Entonces, ¿convencido?
A través de estas líneas, esperamos haberle dado ganas de dirigirse al norte para sus próximas vacaciones. Además de todos los puntos de navegación que hemos mencionado, hay una última baza del Pas de Calais que aún no hemos mencionado, la calidad de la acogida que recibirá, una acogida que en su día cantó un hombre del sur.