Camarga: sus vacaciones en camping en la gran pantalla

Port du Grau-du-Roi en Camargue © Thinkstock

Si tiene unos cincuenta años, seguro que ha soñado con las imágenes en blanco y negro de la película "Crin blanc" de Albert Lamorisse. Puede que las imágenes de vastas extensiones cubiertas de flamencos rosas cuando los primeros rayos del día invaden la Camarga le hayan hecho desear ir a otro lugar. ¿Por qué no hacer realidad este sueño viniendo a pasar sus vacaciones a la Camarga? Siga la guía

Toda la familia se reúne para definir el destino de las próximas vacaciones. No es una ecuación fácil de resolver. Buscas un cambio de aires total, paisajes fabulosos, bonitos paseos que hacer, el mar no muy lejos, muchas cosas que ver, fiestas llenas de música y colores... el pastel y comerlo también. Y sin embargo, este lugar existe. Este territorio es un triángulo cuyas cimas son Arles, Grau-du-Roi y Fos-sur-mer... ¿se está calentando? Si a esto le añadimos que hay caballos con pastores, toros, flamencos y todas estas encantadoras criaturas viven en armonía. Ya lo tienes, es la Camarga. Esta región lo tiene todo para ello con, además, unos cuarenta campings en los que alojarse.

El otro triángulo de oro

La Camarga es un territorio de unas 150.000 hectáreas formado por el delta del Ródano. Se compone de tres partes: la Grande Camargue, entre los dos brazos del Ródano que siguen activos, el Grand-Rhône al este y el Petit-Rhône al oeste (Bouches du Rhône); la Petite Camargue o Camargue gardoise, al oeste del Petit-Rhône, en el Gard y al este del Hérault y el Plan du Bourg al este del Grand-Rhône (Bouches du Rhône).

Introduzca la tarjeta postal

Elegir la Camarga para sus vacaciones es la garantía de tener los ojos llenos durante su estancia. Es como entrar en una postal... de verdad. Podrá disfrutar de amplios espacios abiertos donde el agua se funde con el cielo y donde los colores cambian constantemente según la luz y la hora del día. La Camarga es también el punto de encuentro con manadas de caballos y toros semisalvajes, sin olvidar los miles de aves que han hecho de este rincón del paraíso su hogar, clasificado también como Parque Natural Regional. Para descubrir la Camarga, podrá elegir entre varios medios. Por ejemplo, a pie o en bicicleta, los amantes de los espacios abiertos podrán seguir los numerosos senderos que recorren los diques a través de magníficos paisajes que atraviesan arrozales, salinas, praderas y dunas. Ninguna dificultad para los excursionistas, que sin embargo tendrán cuidado de protegerse de los mosquitos. También hay que tener cuidado de no entrar en las zonas protegidas y no amenazar este biotopo excepcional y frágil. Podrá realizar estas excursiones de dos maneras, solo como adulto con la ayuda de las numerosas guías y mapas publicados. Pero también puede ir acompañado de un guía que conoce la región de memoria y que, además de llevarle por lugares increíbles, podrá hablarle de la Camarga y de sus muchas historias.

Pero en nuestra opinión, la mejor manera es... el rey de la Camarga, el caballo. Desde un simple paseo de unas horas hasta una estancia de unos días durante la cual podrá jugar... en el gardian, la gama que se le propone es casi infinita. Si eres un principiante o si, durante tus anteriores encuentros con el "mejor amigo del hombre", has pasado más tiempo bajando que permaneciendo en el sillín, un pequeño paseo de unas horas será más que suficiente para hacerte feliz. Por otro lado, si desea profundizar, conocer las manadas de toros o caballos medio salvajes, se ofrecen paseos de 1, 2 o 3 días (todo incluido). Recorra las diferentes oficinas de turismo para elegir la fórmula que más le convenga.

La Camarga es también...

En mayo, gitanos, gitanas y gitanos llegan de toda Europa e incluso de otros continentes para venerar a su santa, "Sara la Negra". Se instalan en las calles, en las plazas, junto al mar. Durante ocho o diez días, están en casa aquí. La peregrinación es también una oportunidad para el reencuentro y la mayoría de los niños son bautizados en la Iglesia de los Santos. Aunque se trate de una fiesta gitana, nada le impide asistir. Una excelente manera de descubrir una cultura de inmensa riqueza.

Pero pasar las vacaciones en la Camarga significa también visitar ciudades que merecen un desvío, empezando por Arles. Esta ciudad, el mayor municipio de Francia, está considerada como la "Capital" de la Camarga. Con más de 2.500 años de antigüedad, conserva numerosas huellas del paso de los romanos, como el antiguo teatro, las magníficas arenas o el circo romano. Cada año, durante el verano, acoge los "Rencontres de la photographie", creados en 1970 por el fotógrafo arlesiano Lucien Clergue. También puede pasar unas horas en Aigues-Mortes rodeado de sus murallas o en Le Grau du Roi, un pequeño puerto vecino.

La Camarga es todo esto y mucho más, como su gastronomía con productos tan variados como el marisco, la fougasse, el "Saucisson d'Arles", la carne de toro en todas sus formas, etc. Al leer todo esto, sólo cabe una pregunta... ¿Cuándo vas a venir?