Con una clientela 2/3 francesa, los campings de Francia se alejan de los tópicos que transmiten la imagen popular y el cine. El ambiente agradable, el acceso a WiFi y las tiendas de comestibles ya no son suficientes para satisfacer este flujo cada vez más exigente de turistas regulares y ocasionales. Con la aparición del ecoturismo, los franceses hacen valer su preocupación por la huella de carbono de sus vacaciones, pero también quieren acceder a la mayor cantidad de entretenimiento posible. Por ello, el sector de los campings evoluciona constantemente para renovar su oferta, y ya no es raro ver a las agencias de viajes proponiendo cómodas estancias.
Glamping: una tendencia emergente con potencial
El glamping (contracción de glamour y camping), un concepto que apareció por primera vez en el Reino Unido en 2007, consiste en hospedarse en un alojamiento atípico que respeta la naturaleza, pero con instalaciones y servicios comparables a los de los grandes hoteles. Si al principio, este tipo de alojamiento se encontraba principalmente en la costa, ahora está floreciendo en todas partes. Cabañas de madera, chalets, barcazas, remolques, cabañas africanas, tipis, barriles gigantes, yurtas o burbujas transparentes... Estas inusuales opciones de alojamiento vacacional son cada vez más populares. Estas soluciones "listas para acampar" son ideales para una estancia en familia o en pareja. Aquí no hay aseos compartidos, sino baños privados, a veces incluso un spa, una sauna, un hammam y una cocina con todas las comodidades.
Junto al mar, en la montaña o en el campo, los alojamientos de glamping están disponibles en todas partes, desde 100 a 200 euros por noche. ¡Para una noche fuera de lo común!
¿Por qué hay tanto interés?
A los franceses les encanta acampar, eso es innegable. Es una forma económica y ecorresponsable de alojarse, y no es impersonal. El 63% de los campistas eligen este tipo de alojamiento porque consideran que representa la mejor relación calidad-precio. Pero el valor añadido del glamping es realmente la combinación de naturaleza, libertad y aventura con la comodidad del hogar. Se acabó lo de montar tu propia tienda. A partir de ahora, deja la maleta, respira hondo y disfruta. Todo ello en un entorno exótico, acogedor y lujoso, pero respetuoso con el medio ambiente. No hace falta hacer cola para ducharse, el glamping lo tiene todo cerca. Aunque los alojamientos suelen estar construidos con materiales naturales, su funcionamiento también se ajusta a la filosofía de limitar el impacto medioambiental del turismo. Estos alojamientos suelen ser autónomos en cuanto a la producción de energía y agua, nada se pierde y todo se transforma. Para sacar el máximo partido a su experiencia de glamping, es aconsejable desconectar y dejarse llevar. La ventaja de este tipo de alojamiento es que permite recargar las pilas al aire libre mientras se anima la acampada.