El camping:
Deben estar visibles los precios y el reglamento interno.
Se le debe entregar el original de la factura.
El camping tiene derecho a cobrar un depósito por un alquiler que no es obligatorio. Lo más frecuente es que sea un 20 % del importe de la estancia.
Le debe proporcionar un alojamiento conforme a la descripción hecha durante la reserva (equipamientos ofrecidos, plano interior, lista de prestaciones anexas no incluidas en el precio del alquiler...).
Puede rechazar un pago por cheque o tarjeta de débito.
Puede prohibir las barbacoas, especialmente en regiones con alto riesgo de incendios.
El campista:
Debe respetar el reglamento interno.
Si alquila su alojamiento directamente a un particular, asegúrese de que el camping ha sido informado y da su visto bueno. Si no es así, corre el riesgo de que se le deniegue el acceso al establecimiento.
En el caso de un alquiler, debe dejar el alojamiento limpio a su salida. Puede optar por un servicio de limpieza de pago (normalmente unos cincuenta euros).